Una Radio Al Servicio De La Comunicación Por La Vida, Desarrollo Y Democracia
Félix Tórrez Miranda (*)
Radio “Pío XII” contra el “comunismo”
Radio Pío XII fue fundada por los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, un primero de mayo de 1959, a la cabeza del Padre Lino Grenier, con el fin de contrarrestar la creciente influencia de la ideología de izquierda que se difundía por radio “La Voz del Minero”, que a juicio del oblato, era “responsables de agitar y propagandizar una posición clasista con olor a comunismo”; además, “con el fin de decir la verdad y hacer el bien”, en un campamento considerado como “el nido de la agitación comunista del país”. Por todo eso los mineros la acusaron de anticomunista, pro-imperialista y agentes de la CIA.
En los primeros años la radio trabajó con locutores y periodistas profesionales traídos del interior del país, al mismo tiempo se inició con programas de alfabetización y promoción social.
MASACRES MINERAS EN LAS DICTADURAS
Años más tarde, la emisora de los padres oblatos dio un giro de 180 grados tras observar y comprender las causas de la movilización minera. En septiembre de 1965, el personal de la radio fue testigo de una masacre en Llallagua que dejó 82 muertos y 200 heridos, sobre todo dirigentes y pobladores de Catavi y Siglo XX. Esto “le hizo dar a los oblatos un vuelco de conciencia”. Radio Pío XII denunció los hechos sucedidos junto a toda una cadena de emisoras mineras que fueron acalladas y posteriormente desmanteladas. La “Pío” recibió esos días tres dinamitazos cuya autoría conducía a los militares acantonados en el distrito minero.
La Radio denunció los sangrientos hechos ocurridos en la “Masacre de San Juan”1 en 1967, en la que 27 personas fueron asesinadas, este hecho confirmó su opción por los mineros. El padre Gregorio Iriarte protagonizó la denuncia junto a grandes radialistas oriundos del lugar y más tarde publicó un documento sobre la masacre en el que responsabilizó al gobierno del Gral. René Barrientos2 .
TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN
La década del 60 marca en la radio un trabajo eminentemente radiofónico y de una excelente producción de radionovelas y otros formatos. Las Conferencias Episcopales de Latinoamérica de Puebla y Medellín, han dirigido y orientado el trabajo evangelizador de la radio, la Teología de la Liberación reflejaba la opción por los pobres y la denuncia de las injusticias sociales de una sociedad consumista y capitalista contra los países del tercer mundo, contraria a la dignificación del ser humano.
En 1969 los oblatos de la parroquia de Siglo XX fueron detenidos y golpeados por militares y gracias a la intermediación del ministro de Estado Marcelo Quiroga Santa Cruz fueron puestos en libertad.
Durante los cinco primeros años de la dictadura del Cnl. Hugo Bánzer, la Pío confirmó su misión y su opción por el pueblo, cuando continuó transmitiendo bajo amenazas de los militares y agentes del ministerio de gobierno.
El trabajo en la dictadura fue limitado, se difundían programas con más música y algo de información. El único objetivo en esa época de cierres y destrozos, era salir al aire, para mantener a la población informada y decir al pueblo que “la radio no se calla”.
No obstante, en 1975 en enero la radio nuevamente fue intervenida y acallada por la dictadura de Bánzer. Después de nueve meses de silencio, la población se movilizó apoyando su reapertura. En 1976, la población acudió a la radio para defenderla de los militares que quisieron tomarla una vez más.
A fines de 1977 y enero de 1978, en la radio se planificó la histórica huelga de hambre de cuatro mujeres mineras. Fue en el jeep de la radio que se traslado a las huelguistas, hasta La Paz, el P. Gustavo Pelletier fue el chofer, la radio apoyó e informó sobre la huelga de hambre que hizo torcer el brazo de la dictadura y concluyó con la recuperación de la democracia en Bolivia, el retorno de los exiliados y la libertad de los presos políticos.
En 1980, durante la dictadura del Gral. Luis García Mesa, se destrozó y acalló la radio, después de haber sido parte de la “Red de la Democracia”, conformada por 15 emisoras mineras que informaron al país y al mundo las violaciones a los derechos humanos cometidas por la dictadura que conminó a “caminar con el testamento bajo el brazo”3 . El director de la radio, P. Roberto Durette, al percibir que los militares estaban decididos a todo, resolvió no resistir ni sacrificar vidas humanas y todo el personal salió por diferentes rumbos.

LA RECONQUISTA DE LA DEMOCRACIA
Tras dos años de silencio, en 1982, gracias a la presión de los mineros, se obtuvo la autorización para la reapertura de la emisora, que tenía todo su equipo destruido, por lo que inició sus transmisiones con equipos antiguos que apenas funcionaban.
El 10 de octubre de 1983 se recupera nuevamente la democracia. La coyuntura favoreció a emitir programas junto al pueblo, se transmitió por primera vez el congreso de la Federación de Trabajadores Mineros de Bolivia, desde la mina Matilde. Se hicieron programas con altoparlantes, capacitaciones, ferias en las calles y transmisiones desde las plazas. Se trabajó con cartillas, teatro popular y títeres. El departamento de educación adquirió empuje y la radio se identificó como “Centro de Comunicación y Educación Popular”.
LA “INDIO RADIO” Y LA DIÁSPORA MINERA
Fue el año de la gran sequía, la radio junto a otras instituciones socias de UNITAS, iniciaron un proyecto para recuperar la semilla perdida en la mayoría de las comunidades de los nueve ayllus de la provincia Bustillo, este hecho marcó y enfatizó lo de “Indio Radio”4 , porque se inició con el proyecto Inter Ayllus, el primer encuentro de las autoridades originarias y naturales, segundas mayores y jilankos; con exposición de artesanía, productos agrícolas, campeonato de fútbol, el pálamo y el famoso Takiy tinku de los ayllus (encuentro del canto profundo y clandestino de los indígenas).
En las jornadas de marzo de 1985, protagonizada por los mineros en La Paz, la radio transmitió desde la sede de gobierno el movimiento de los mineros asalariados. Jornadas históricas donde el movimiento minero se politizó creyendo que el poder estaría a la “vuelta de la esquina” y arrinconó al frágil gobierno del frente de la Unidad Democrática y Popular (UDP) encabezada por Hernán Siles Zuazo, quien fue secuestrado y posteriormente renunció y adelantó las elecciones.
En agosto de 1985 llega al Palacio una vez más el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) con su líder máximo, Víctor Paz, que dictó el Decreto 21060 imponiendo una política neoliberal de apertura al mercado y cierre de empresas estratégicas del Estado, entre ellas el cierre de la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL), y con esto se desmanteló y quebró la gloriosa Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB).
En 1986, la radio se hizo presente en la gran “Marcha por la Vida”, transmitiendo en vivo todo su desarrollo, dando la palabra a los mineros y a gente de todos los gremios. En Calamarca fue cercada y paró la marcha. Este hecho marcó la derrota del movimiento minero, el cierre de las minas y la mal llamada “relocalización”6 . Allí cayeron presos compañeros de la radio junto al padre Gustavo Pelletier. Para la radio, fue un momento terrible, pues todos se iban. En realidad, su audiencia cautiva (los mineros) dejaba la trinchera de lucha. Esa Navidad fue muy triste, la radio lanzó un concurso de tarjetas navideñas y la tarjeta ganadora fue el dibujo de un camión con los enseres de un minero relocalizado y con un ataúd amarrado en la parte posterior del vehículo.
En la Semana Santa de 1987, el domingo de Pascua, en medio de esa enorme crisis, el padre Roberto Durette, Director de la Pío, hizo una misa en el desmonte, junto a un ataúd cubierto por dentro de telas de seda y tul blanco, lleno de flores y el cuadro de un Jesús moreno con una sonrisa y los brazos abiertos que llevaba en su pecho al pueblo, abrazado y feliz. Casi al terminar la misa pidió a todos a sembrar flores en el desmonte, con la esperanza de que aún existe vida.
Cuando el director se encontró un día, años más tarde, con una señora caminando por las calles, él le dijo: “Qué bien que usted sigue aquí”. Ella contestó “Pero padre, ustedes plantaron flores en las piedras. Dijeron que aún había vida aquí. Por eso estoy yo”.
En esta época la radio inicia los diagnósticos socio-económicos de los ayllus de la provincia, redescubriendo una verdadera comunidad económica, social y cultural vigente y viva, pese a la colonización y a la república anti indígena. Esta lectura de la realidad de los ayllus impulsó a la radio optar por los indios, por su dignidad y su derecho a beneficiarse de sus recursos naturales, a dirigir su desarrollo y a ser reconocidas sus autoridades naturales. Fue en el salón auditorio de la radio que se realizó el primer consejo de autoridades originarias, segundas mayores y jilankos de los 9 ayllus, que se encontraron para discutir sus problemas comunes. Esto con el tiempo maduró y podemos afirmar que fuimos autores de que los indígenas del país sean reconocidos en la actual Constitución.
Fue en esta época que teníamos promotores por cada ayllu; que desarrollaban cursos, festivales, reuniones de sus organizaciones. También en esa época surgieron los primeros Centros de Comunicación Popular en cada ayllu, lo que dio origen a los reporteros populares. Desde entonces, la radio se hizo presente en los diferentes congresos de la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos del Norte de Potosí.

RELOCALIZACIÓN Y MASACRE MINERA EN DEMOCRACIA
En el área minera, después de la relocalización, los sindicatos de Siglo XX, Catavi, de Veneros y de la Cooperativa “20 de octubre” se desorganizaron y desaparecieron, quedando únicamente los rentistas mineros de COMIBOL. Surgieron las cooperativas mineras al amparo del gobierno, que entregó en calidad de arriendo las bocaminas y yacimientos mineralizados.
Desde la radio se cuestionó a las cooperativas, que nada tenían de cooperativas. Eso le costó a la radio un dinamitazo de su dirigencia derechizada; la radio no paró de informar sobre esta realidad desde el programa la K’epirina, que reemplazó al programa de la Cuarta Punta7 de la época de los sindicatos. Ante los frecuentes accidentes de interior mina y la realidad crítica de los cooperativistas, la radio realizó un diagnóstico de las cooperativas, que después lo popularizó en cartillas para su distribución en eventos de capacitación.
En 1996, antes de navidad, la radio fue testigo de la masacre en Amayapampa y Llallagua, más conocida como la “Masacre de Navidad”, resultado de una incursión policial con el argumento de defender la inversión extranjera, hecho que provocó un enfrentamiento que dejó once muertos y cincuenta heridos. La “Pío XII”, denunció todos los hechos, el director y los periodistas de Radio Pío XII recibieron una serie de amenazas directas. Los acusaron de ser los directos responsables de los conflictos sucedidos; por haber denunciado desde un principio la violación de leyes y de derechos de campesinos e indígenas y reclamar el beneficio de los recursos naturales para los ayllus donde se explota el oro. La radio se salvó de poquito de una nueva intervención militar, pero su audiencia hacía guardia para impedir su silenciamiento, la radio trabajó tres días sin interrumpir sus emisiones. El P. Roberto fue integrante de la comisión de negociación frente a los militares y autoridades del gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada.
En este período la radio acompañó desde los municipios a los indígenas, mineros y gente de los pueblos, impulsando mayor y mejor participación, decisión en su desarrollo, control a la administración de sus alcaldías, mejor educación. Es la época de los reporteros populares, de las radios móviles y de la Escuela del Aire, de las vía crucis vividas con temas de necesidad de la población, de las navidades sombrías trayendo la buena noticia del Dios de la Vida, de la agendas de los diputados uninominales y alcaldes, de la elección directa por voto secreto de los consejeros departamentales. La radio acompañó continuamente al pueblo minero-indígena y urbano excluido desorganizado, que resistió a todos los gobiernos neoliberales, ‘entreguistas’ de los recursos naturales y creadores de la más crítica pobreza.
El 2000, la radio transmitió la guerra del agua desde Cochabamba y el 2003 la guerra del gas, acompañando a mineros que se oponían a la comercialización del gas vía Chile, exigiendo la nacionalización de las empresas petroleras y una nueva Constitución. Esto nos costó un nuevo atentado explosivo en los equipos de transmisión de la FM 97.9 de Oruro, pero con el apoyo del pueblo e instituciones que defienden los derechos humanos, los equipos de transmisión fueron repuestos.

LA ERA DEL PACHAKUTI Y EL FIN DE LOS GOBIERNOS NEOLIBERALES
Cayó el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada en las jornadas de octubre del 2003; duró poco el gobierno de su Vicepresidente Carlos D. Mesa Gisbert, que dio paso al gobierno de transición de Eduardo Rodríguez Veltzé, quien convocó a nuevas elecciones para diciembre del 2005. El 22 de enero de 2006 es posicionado el primer indígena como presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, y en su gobierno se nacionalizan los hidrocarburos, se convoca al referéndum de autonomías departamentales y a la elección de la Asamblea Constituyente.
La radio sufrió los hechos de enfrentamiento entre mineros asalariados y cooperativistas de Huanuni, en octubre de 2006, donde murieron varios mineros. La radio hizo la campaña de solidaridad “Porque somos hermanos”, en Oruro y Llallagua.
La radio acompañó en la elaboración de una propuesta a la Asamblea Constituyente desde los 13 municipios del Norte de Potosí, documento que se impuso a los asambleístas de la circunscripción 39, para que guíe su trabajo. Gran parte de estas propuestas están incluidas en el nuevo texto constitucional aprobado el 25 de enero de 2009.
En ese marco histórico, la Radio “Pío XII”, el 1º de mayo de 2009 cumple medio siglo de servicio a las poblaciones mineras, campesinas e indígenas del Norte de Potosí en particular, y a la sociedad boliviana en general.
*Director de Radio “Pío XII”, Siglo XX (Municipio de Llallagua, Provincia Bustillos, Potosí).
Notas
1. La “Masacre de San Juan” resultó de la toma militar del campamento minero, el 23 de junio de 1967, para evitar un ampliado minero en el que se aprobaría una resolución de apoyo a la guerrilla de Ernesto “Che” Guevara.
2. Gregorio Iriarte: Los mineros bolivianos. Hombres y ambiente. Buenos Aires, Tierra Nueva, 1976.
3. Referencia a la célebre e infausta frase pronunciada por el Cnl. Luis Arce Gómez, a la sazón Ministro de Gobierno, anunciando la imposición de una “Ley de Seguridad Nacional”.
4. Cif. vocablo quechua que quiere significar “radio de los indios o al servicio de ellos”.
5. Juego que se practica en las comunidades y lo hacen con piedras planas, generalmente en los entierros de sus difuntos.
6. Despido obligatorio de 23.000 obreros de las minas nacionalizadas.
7. La Cuarta Punta refiere al sistema de tres “puntas” o turnos de trabajo en las minas, de 7:00 a 15:00; de 15:00 a 23:00 y de 23:00 a 7:00. La Cuarta Punta es la que cumple la radio en las minas.
CRONOLOGÍA DE ALLANAMIENTOS, DESTROZOS Y AMENAZAS SUFRIDOS EN LAS DICTADURAS MILITARES Y EN DEMOCRACIA
1967. Amenazas del gobierno de René Barrientos a los padres Oblatos por su acercamiento al pueblo.
1969. Los militares toman Radio Pío XII, en el gobierno de Alfredo Ovando Candia.
1975. Cierre y destrucción de equipos de la Pío XII por orden del dictador Hugo Bánzer Suárez.
1978. Intervención a la radio y detención de sus trabajadores.
1978. Intentos violentos por acallar la emisora.
1980. Cierre de la emisora, decomiso de equipos y persecución del personal.
1986. Detención del subdirector Gustavo Pelletier y del personal de la Radio “Pío XII” durante la Marcha por la Vida.
1987. Sabotaje a la emisora con cortes de energía eléctrica.
1991. Atentado dinamitero a Pío XII por cooperativistas mineros.
1994. Presiones del gobierno para que Pío XII deje de difundir la Defensa de los Recursos Naturales.
1996. Militares intentan tomar la radio, se descubre el plan gubernamental para acallar la emisora, durante la masacre de Amayapampa y Llallagua.
2003. Seguidores del gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada dinamitan los equipos transmisores de Radio Pío XII-Oruro durante las jornadas de la guerra del gas.