Tras la XVII Congregación General, en la que participó el Santo Padre, se desarrolló la última conferencia de prensa sinodal. Los Cardenales Mario Grech y Jean-Claude Hollerich, la hermana María de los Dolores Palencia Gómez, el padre Giacomo Costa y Monseñor Riccardo Battocchio respondieron a las consultas de los periodistas, vinculadas al documento final y a diversos asuntos de la asamblea.
“La sinodalidad puede incidir en procesos de paz en América Latina porque ayuda a bajar las polarizaciones”, comentó la Presidenta Delegada de la Asamblea Sinodal, Sor María de los Dolores Palencia Gómez, al final de la última conferencia de prensa sobre los trabajos de la segunda sesión. En ella, también intervinieron el Dr. Paolo Ruffini, Prefecto del Dicasterio para la Comunicación y Presidente de la Comisión de Información del Sínodo; el Cardenal Mario Grech, Secretario General del Sínodo; el Cardenal Jean-Claude Hollerich, Relator General; el Padre Giacomo Costa y Monseñor Riccardo Battocchio, secretarios especiales.
Desde la Oficina de Prensa de la Santa Sede, la religiosa mexicana apuntó que “en la medida que sepamos escucharnos y dialogar, podremos no llegar a conflictos y rupturas terminantes”. De hecho, en sus respuestas a los periodistas, se refirió a los desafíos que presentan los núcleos migratorios que están trascendiendo las fronteras. Esto implica “un respeto profundo de las creencias, la expresión cultural, de la forma de manifestar su confianza y su caminar delante de Dios”.
Según Palencia, ahora se abre una nueva misión de atender y acompañar a estos grupos que caminan. Desde esta perspectiva, plantea la importancia de aprender a escucharnos, a ver y conocer las necesidades del prójimo, “colocarse en sus zapatos, en su realidad, comprender su corazón y lo que necesita”. “Esto nos permitirá seguir caminando juntos y tomando decisiones”, añadió.

Última conferencia de prensa sobre el Sínodo, sábado 26 de octubre de 2024. (Vatican Media)
Para la vida consagrada, Gómez consideró que el gran reto es lograr que “el Sínodo toque las bases de nuestros pueblos”. Incluso fue más allá: sostuvo que el lenguaje, los textos y los documentos deben llegar a las comunidades y estas empezarán a tener su propia voz. “En la medida que el pueblo vaya siendo en verdad un sujeto, todas las estructuras y muchas cosas van a ir cambiando: el clericalismo, la organización en las parroquias, las maneras de comunicarnos”, acotó. Así, “saneará también las estructuras sociales”.
La madre sinodal manifiesta que en América Latina se debe retomar el desafío de la opción preferencial por los pobres, cuyos rostros cambian constantemente. “Cada vez podemos descubrir nuevas situaciones de vulnerabilidad”, afirma.
FUENTE: Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano